Oyá es un Osha y está muy relacionada con Ikú, la divinidad de la muerte. Propicia los temporales, los vientos fuertes o huracanados y las centellas. Simboliza el carácter violento e impetuoso. Vive en la puerta de los cementerios. Representa la intensidad de los sentimientos lúgubres, el mundo de los muertos. En la naturaleza está simbolizado por la centella. Junto con Eleguá, Orunla y Obatalá domina los cuatro vientos. Se le llama con el sonido de la vaina de flamboyán. Representa la reencarnación de los antepasados, la falta de memoria y el sentimiento de pesar en la mujer. La bandera, las sayas y los paños de Oyá llevan una combinación de todos los colores excepto el negro.
Oyá es la soberana de los vientos, el remolino. Su numero es el 9, el cual le da el titulo de Yansa o “Madre del Nueve”, en el cual ella gobierna a Egun o los muertos. También es conocida por los colores marrones o castaños, diseños floridos y nueve colores diferentes.
Oyá es la mujer favorita de Shangó, la dueña del cementerio, sus vientos ayudan a sostener la vida después que las aguas de Oshun y Yemaya han dado vida y significación ó propósito. Los vientos de Oyá portan el polen de diferentes plantas de uno a otro lugar. Oyá es también el aire que respiramos, ella provee el aire con la correcta cantidad de oxígeno para mantenernos vivos y en funcionamiento. Sin el aire nos sofocaríamos y pereceríamos.
No hay forma viviente en este planeta que pueda sobrevivir sin aire Ni aún los peces. La vida de las plantas en el mar especialmente las algas marinas proveerán el oxigeno para la vida en el mar. Como vemos Oya está donde quiera.Oya/YansaMamá – Oya Ferekún, La Virgen de la Candelaria, la dueña de la Centella.Inseparable y fiel concubina de Changó, lo sigue a todas partes y combate a su lado en todas las contiendas.
Oya Obinidóddo , es el brazo derecho de Changó, siempre pelea a su lado con dos espadas.
Oya, también es el “viento malo”, el remolino, la tromba o manga de viento devastadora. Fue la mujer de Oggún, a quien Changó se la quitó en venganza. Era reina de Koso, es santa de corona, boloya y buena moza, es además doble, violenta e hiriente. Es la dueña del cementerio, vive en su puerta o en los alrededores. Siempre se encuentra con Obba y Yewá. Junto con Elegguá, Orula y Obatalá domina los cuatro vientos. En el Diloggún habla por Osa (9) y su refrán dice “que su mejor amigo es su peor enemigo”. En los Obí, habla en Oyekún y en Okana. En los Nkobos habla por Mariwanga (10,13 y 14). Su número es el 9. Su día el viernes. Lleva todos los colores menos el negro.
Orisha femenino, que es la dueña del cementerio, ella vive en la puerta del mismo. Representa el Aire Puro. Es uno de los 15 elementos fundamentales; es el RIO NIGER, además es feicita (Secretaria) de Olofin y de Orunmila, es campesina, cazadora muy hábil, sale de cacería con ODDE y OSHOSI. Oyá es dulce y terrible a la vez, estuvo casada con Ogún, tuvo un hijo con él, llamado Orona, vivió con Oshosi y tuvo una hija. Vivió con Olokun y tuvo un hijo que se llamaba ESHU ALAKENTU, vivió con Shangó y con este tuvo los Ibeyis, llamados TAEWO y KAINDE. Oyá tiene una hermana menor llamada Ayao (AJAO), que es la hija de BROMU y BROSIA, tiene otra hermana llamada ALAKENTU.
La divinidad Oyá (Okara Ini La Loyin), es llamada en Brasil Yanzán y sus vestidos simbólicos comprenden una corona en que las franjas de perlas le disimulan el rostro. Adorno reservado a los reyes yorubas y nagos, ella lleva un sable y una cola de caballo en signo de dignidad, sus danzas son guerreras, ella imita con sus movimientos las tempestades y los vientos desencadenados; baila también con los brazos extendidos y las manos hacia adelante como si rechazara a los Eggun. Ella tiene la particularidad de ser el único oricha que logra mantenerlos a raya y dominarlos. En Brasil, sus adeptos llevan collares rojo granate, en Bahía está sincretizada con Santa Bárbara y cuando se manifiesta es saludada con gritos de ¡Jekua Hey!. En Cuba producto del sincretismo religioso se le denomina, según Natalia Bolívar en su libro “Los Orichas en Cuba”, como: Virgen de la Candelaria; Virgen del Carmen (La Habana y Santiago de Cuba); Santa Teresa de Jesús (de Matanzas hasta Las Villas,). Oyá se sincretiza entre nosotros con la virgen de la Candelaria, cuya fiesta se celebra el 2 de febrero, fecha en que la Iglesia Católica conmemora la ceremonia de purificación de la virgen mediante una procesión con candelas. Esta procesión se originó en la Edad Media, en el siglo V, y acostumbraba incluir una visita al cementerio generalmente continuo a la iglesia.
La ley de Moisés exigía que cuando una mujer hubiera parido un hijo varón, debía considerarse impura durante siete días y tenía la obligación de ir al templo para ser purificada. Esto no podía hacerse hasta treinta y tres días después de cumplido el septenario. Había que llevar un cordero, un palomito o una tórtola, que al ser sacrificados, limpiara la mancha del pecado. Hecha esta ofrenda, el sacerdote rezaba una oración por la mujer y así quedaba purificada. María se sometió a la ley mosaica presentando a Jesús. Desde el siglo V la conmemoración de este acontecimiento se efectuaba mediante la procesión con velas. En Cuba, la virgen de la Candelaria es considerada Patrona del pueblo de Candelaria. Probablemente, al observar que el 2 de febrero el sacerdote de la villa llegaba al ingenio para bendecir todas las velas que hubiese ante la imagen de la virgen y más adelante prenderle las consagradas durante el mal tiempo, los esclavos asociaron a la Candelaria con Oyá, dueña de la centella, los temporales y los vientos.